martes, 24 de noviembre de 2009

LA HISTORIA DE KATOR, TOMO 3

Kator golpeó una y otra vez al aire. Esto era distinto a todo contra lo cual había luchado antes. Parecía que sus fuertes garras no golpeaban nada, y nada cayó. El viento se fue haciendo más fuerte y llevó la lluvia a los ojos de Kator, pero éste seguía luchando y diciendo:

- ¡Te venceré! ¡Lo haré, sí, lo haré!

Y el viento continuaba rugiendo y arrojando agua al cuerpo de Kator, hasta que éste se cansó tanto que ya no pudo luchar más.

De pronto, la tormenta, tal como había llegado, cesó. Kator se detuvo asombrado un momento y después corrió gozoso a ver a su madre.

- ¡Mira, mamá, he conquistado el viento! ¡Conquistaré el mundo para tí!

Su madre dijo otra vez:

- Kator, haz bien las cosas que los tigres tienen que hacer. Así serás siempre feliz.

Después le lamió con su lengua gruesa y áspera y él se durmió.

Al despertarse a la mañana siguiente y pensar cómo había destenido el viento y la lluvia, se sintió más fuerte que nunca. Esta vez caminó hasta que llegó a una gran montaña.

- ¡Apártate de mi camino, montaña! - dijo Kator.

Arañó y arrancó trozos de montaña. Sus afiladas uñas se introducían por las grietas de las rocas y se hería las patas. No era como el viento: era algo distinto a lo que había arañado hasta entonces. Pero no abandonó. Siguió arañando y arañando y trató de empujar la montaña con su fuerte cabeza, sin embargo, la montaña no se movía............................

                                                      MAÑANA MAS

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