¡Hola! Sé que estás ahí. Sí a ti. A ti, que me estás viendo en éstos momentos. ¿Porqué no me dices nada? Sé que me buscas y te me quedas mirando casi a diario y no es por casualidad. Como tampoco es por casualidad que yo me deje mirar. Sal de tu escondite y dime algo, no te voy a comer. Quiero que sepas, que me reconforta tu no ausencia y que escudriño tus rincones con la esperanza de que estés espiándome. Quiero que sepas que yo también te necesito y quiero que sepas que, si algún día dejaras de seguirme, yo no sabría dónde hacerme la encontradiza. Por eso necesito saber que sigues estando ahí.
Bueno, voy a dejar ésta nota bien dobladita dentro de ésta hendidura, con la esperanza puesta en saber más de tí. Espero que entiendas mi letra.
Firmado: Mira al frente