Vivo en un barrio de artesanos, donde todavía se les puede ver trabajar. Eso es una suerte, pues a mí me gusta mucho. Me gusta observar a la gente dedicada, como trabajan con sus herramientas, cada uno las suyas. La maestría con que las usan, como una prolongación de ellos mismos. El relojero haciendo malabares entre los dedos con un reloj en la izquierda y un minidestornillador en la derecha. Al pescatero como limpia una merluza, quitandole la piel y únicamente la piel.
Hay gente que sabe hacer cosas muy bien. Tengo amigos, familiares y cercanos que hacen cosas muy bien. Juanma, juega al balonmano muy bien, mi amiga Chon, pinta muy bien, mi amiga Bea, hace cortinas muy bien. Mi madre hace muy bien las tortillas de patata. Mi hermano toca la guitarra muy bien y tengo un paciente que hace Belenes muy bien.
A mi me dan mucha envidia porque nunca he conseguido hacer nada, muy bien. He hecho judo, corte y confección, he sido mayoret, tocado el tambor en una cofradía, conducido motos, pesado sandías, he esquiado, he practicado culturismo, submarinismo, dado clases de aerobic, montado a caballo, teatro, escalada en hielo y sin hielo, leído montones de libros de setas. Me gusta mucho el bricolaje y tambien pinto con brocha gorda, he nadado, patinado y volado en parapente, practico fisioterapia, corro y tengo un blog. Muchas cosas, pero nada he conseguido hacerlo, muy bien. Nunca he destacado en nada. Si fuese un animal...sería un pato. Los patos, saben nadar, volar y andar, pero ninguna de las 3 cosas las hacen muy bien. Me hubiera gustado hacer algo muy bien, pero tampoco me importa ser un pato. ¡Cuac, cuac!