viernes, 8 de enero de 2010

A MI MANERA

Mi primer día se saldó sin victimas. Tan sólo unos cuantos gestos aprendidos a los que se les dió una reprimenda y ya está. Creo que si le cojo el gusto a no fumar, dejaré de fumar. No me haran falta ni chicles ni pastillas ni parches ni nada, sólo me tiene que gustar no fumar.
La primera vez que fuí al monte subí un 3.000. Me llené de ampollas, me dió un ataque de asma y estube 3 días con agujetas, pero me gustó y ya no dejé de hacerlo. La primera vez que me fuí a correr, me presenté a una semimaratón. Me quedé sin uñas en los pies, pero me gustó y ya no dejé de hacerlo. La primera vez que hice el amor, fue con 3 negracos a la vez. Unas cuantas fisuras vaginales, pero  me gustó y ya no dejé de hacerlo (era a ver si estabais atentos).
Tengo la curiosa costumbre de hacer todo a lo grande y normalmente, al revés. Esto tiene su filosofía, claro! la mía. Básicamente consiste en que, si a pesar de excederme con el tamaño de la obra y con el sentido de realización de la misma, consigo disfrutar de ella, pienso que hacerlo bien tiene que ser ¡¡¡la leche!!! y sólo de pensarlo ya tengo la certeza de que no voy a parar de hacerlo.
Así que, lo conseguiré, precisamente por eso.

1 comentario:

  1. Juauaauauaaa..
    Muy buen texto.

    Tú puedes dejar de fumar y conseguir lo que te de la gana. Claro que sí.
    Besos sin humo

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