Hace 4 años planté una pasiflora en mi terraza que nunca me dio nada, apenas brotaban un par de hojitas y se moría una, luego salían tres o cuatro y morían dos. Muchas alegrías no me ha dado, la verdad, pero yo no la he abandonado nunca, y poco a poco ha ido creciendo. Muy poco a poco, el año pasado logré tener dos ramitas finísimas con siete u ocho hojas cada una, había una tercera que se secó y decidí cortarla para no quitar alimento a las que seguían brotando, con la mala suerte de que, sin querer, le dí el tijeretazo a una de las buenas, mi cara debía ser un poema en esos momentos, así que solo me quedó una que seguí regando no sé muy bien por qué, supongo que por mi natural tendencia a cuidar de todo. Hace unos días me dí cuenta que brotaban lo que parecían ser capullitos de flores y esta mañana me he encontrado esto. Mi alegría ha sido inmensa.
Me alegro de estas cosas que a veces se llaman pasifloras y otras, tienen otros nombres. Recoger lo sembrado cierra círculos que se abren un día con ilusión y cierras otros con la satisfación de saber que, al fin y al cabo, hiciste lo correcto. Me gustan mucho mis pasifloras nuevas y me gustan mucho las cosas que también tienen otros nombres. Abrir y cerrar círculos para que el sueño se quede dentro y no se escape. Atrapasueños que se puedan coleccionar ya cumplidos y que decoran tu vida, tu alma, y tu sonrisa. Algunas tríbus los confeccionan materialmente con plumas y cuerdas entrelazadas como símbolo de esos círculos que se abren y que se cierran para coleccionar sueños cumplidos.
4 años, 2 meses y 25 días es TIEMPO suficiente para que crezcan Pasifloras y cerrar circulos. Sé esperar.