domingo, 31 de enero de 2010

TOÑO Y EL PANTANO

Aquel era el primer jueves para los dos. Acababa de comenzar el año 2006 y se estrenaba calendario de actividades en la sección de montaña. Estaba un poco nerviosa pues hacía tiempo que no me relacionaba con tanta gente a la vez, pero quería retomar el monte que había abandonado durante el tiempo de crianza de mis hijos.
Desubicada.
Alguien puso en marcha la fotocopiadora, al mismo tiempo Toño entró por la puerta de la sala. Quiso la casualidad que el haz de luz de la máquina reflejase justo en sus ojos y que yo hiciese un giro brusco de la cabeza al escuchar el portazo. ¿Puede alguien enamorarse de un color? Nadie mas en el mundo tiene los ojos del color azul de Toño. Decidí, entonces ubicarme dentro de su mirada. Ya no estaba nerviosa, había encontrado  mi sitio.
Toño no era un hombre de muchas palabras, pero me consta que no le molestó que montase mi campamento en su color azul. El día de nuestra primera excursión, reservó el asiento de al lado en el autobús para mi. Me llamó con un gesto, señalandome el sitio, le dí las gracias y me preguntó el nombre.
Toño sacaba el Heraldo de Aragón, lo apoyaba en nuestros cuatro muslos y me leía algún artículo que le llamase la atención mientras yo miraba su azul. Luego caminabamos juntos sin hablar demasiado pero sintiendonos ahí. A la vuelta solía quedarse dormido y yo custodiaba su azul, arropandolo. Si pasabamos por el pantano de Arguis, me las ingeniaba para despertarlo. Me encantaría saber escribir para poder describir con las palabras exactas lo que despertaba en mi, esas aguas reflejadas en los ojos de mi Toño.
Pero no se hacerlo, así que si algunas vez pasais por el pantano de Arguis...
La última excursión que hicimos juntos fue al pico Gratal, la ironía de la vida quiso que fuese esa y no otra nuestra última cima juntos, pues la ruta comienza en el pantano de Arguis. En esa ocasión Toño estaba charrín, me contó cosas y me preguntó cosas, por primera vez en tres años. No hablaba demasiado pero si le gustaba escribir y me escribía cartas, cartas escritas a mano con sello y todo, como antes.
La ultima carta que recibí de él desde Murcia decia: "A pesar de mis años, no me considero viejo. Pero si puedo decir que me gusta escribir. Hablé un poquito contigo subiendo a Guara. Me hubiera gustado hablar otro poquito contigo en al travesía a Lizara, pero no fuiste.¡Feliz Verano! Besitos, Toño". La carta lleva fecha de 2 días antes de su muerte. Un puto tumor cerebral del que era totalmente conocedor, lo venció finalmente.
El instante "fotocopiadora" me ubicó en su azul, en el momento en que lo necesité y lo ubicó a él en mi alegría en el momento en que lo necesitó.
Cada vez que paso por el pantano de Arguis busco sus ojos.

NUESTR@ MUND@

Las sociedades más pobres y retrógradas siempre son las que oprimen a las mujeres.
Pero esta verdad, obvia es ignorada por los gobiernos, y también por la filantropía.



Disurso de Isabel Allende

lunes, 25 de enero de 2010

PRENDAS

A mi madre nunca le gustó, decía que era estirado. Tan estirado era, que un día dió de sí y ya no volvió a su forma original. Como a mi me gustaba tanto, traté de apañarlo metiendolo en agua caliente, pero sucedió que además de seguir deformado, perdió todo el color. Compré un tinte Iberia color marrón Camel, el beige nunca me ha gustado. Sonreí al ver el resultado, no era perfecto pero podía valer. Lo usé sólo un día y ocurrió lo peor. Al principio, como estaba fresca, no me dí cuenta. Pero a medida que me iba calentando y con el trajín, mis manos dejaban huellas de color Camel por todo aquello que tocaba, por mi escote corrian gotas de sudor color Camel, mi ropa interior era color Camel, mi abrigo, mi cintura, mis axilas, todo era color Camel. Me irrité mucho, pues sabía que todo era fruto de mi cabezonería.
La última vez... lo intento una vez más y si no sale bien lo tiro. Incrédula de mis pensamientos y riendo mi propia terquedaz, me vi en la ducha mientras en la lavadora daba vueltas mi tesooooorooooo. ¡Nunca más volverás a desteñir!...
Estirado, descolorido, apretado y pequeño.
Tal vez, si mi madre no hubiese hecho ningún comentario, ni siquiera me hubiese fijado en él.

miércoles, 20 de enero de 2010

RECONOZCAMOSLO (tan difícil hacerlo como pronunciarlo)

Y si resulta, que un día yo contase,
el disparate de nuestro sinvivir.
Y otras orejas opinaran el desfase,
del tuyo y el mio sentir.

Tal vez, abririamos tanto los ojos,
que hasta el sonido los lastimara.
Que extraño oir de otros
la risa que damos a la cara.

Mañana mismo lo cuento,
y lo grito a los cuatro vientos.
Que nos sirva de escarmiento,
y se nos quite el sufrimiento.

Creo que un poco mas lo callaré
por aquello de las fechas.
Pero pasado, ahí estaré
y dejaré todas mis tareas hechas.

Si eso, ya lo cuento el lunes,
le echaré la culpa al reloj.
Total, el domingo ya vienes,
pero lo dejo apuntado en mi blog.

SE LLAMA LUIS

Se llama Luis, hace muchos años que lo conozco de vista, pero sólo hace unos pocos que sé su nombre.
Hace muchos años que lo conozco, pero no sabría decir cuantos, no se si hace 5 o... toda la vida.
Lo he dado por muerto 7 u 8 veces pero siempre reaparece.
Luis debe tener 25 o 67 años mas o menos.
Siempre está en el mismo sitio, casi inmovíl, en el portal nº 24 de la calle Mendez Nuñez.
Luis no come, no bebe, no hace pis, no pide, sólo está así, inmovil en el nº 24 de la calle Mendez Nuñez. De vez en cuando dice... -¡Buenos días, señora!
Da igual que sean las 7, las 9, las 12 del mediodía o las 5, las 7, las 10 o las 3 de la mañana, Luis, siempre está. Por eso, cuando no está...un nudo en la garganta me dice que algo no va bien. Yo no sabía que, de alguna manera, amaba a Luis. Me dí cuenta de ello, la primera vez que lo di por muerto. Desapareció un año entero y al verlo de nuevo, me entraron unas tremendas ganas de abrazarlo, no lo hice, pero lo invité a una caña. Necesitaba saber algo de mi enigmático conocido. Me contó que alguien le había metido un paquete de cocaína en su mochila en el aeropuerto de Florida, la policia lo pilló y se pasó todo un año en la cárcel. Las cárceles de Florida no son como las de aquí... me han hecho de todo... relataba, y volvío a su nº 24.
Todas las veces que he matado a Luis, ha vuelto con historias parecidas. Historias que me contaba fumandonos un cigarrillo en el escalón del portal nº 24 de la calle Mendez Nuñez.
Hace unos 5 meses que no sé nada de él. La última vez que lo invité a un cigarro me contó que estaba haciendo la catequésis. Me hablaba de Dios y de cómo le había cambiado la vida su nueva Fe. Me hablaba de un vecino mio, que  le había arreglado los papeles para cobrar una pensión.
En fin, creo que Luis, ahora si, ha pasado a mejor vida. Ya nunca le invitaré a un cigarro para que me cuente historias, entre otras cosas, por que ya no fumo, claro!
PARA LUIS

lunes, 11 de enero de 2010

DILEMAS Y SIN EMBARGOS

No quiero, no puedo, no debo seguir con esto,
que  he dicho que no!
Quiero, pero ni puedo ni debo seguir con esto;
fumandome un peta con EPOC.
Puedo, pero ni quiero ni debo seguir con esto;
dejandole la moto a mi ex.
Debo, pero ni puedo ni quiero seguir con esto;
pagando la compensatoria
Quiero y puedo pero no debo seguir con esto;
trepando sin cuerda.
Puedo y debo pero no quiero seguir con esto;
tomandome la medicación.
Debo y quiero pero no puedo seguir con esto.
poniendome a dieta.
Quiero, puedo y debo seguir con esto.
¡cásate conmigo!


Deseos de cosas imposibles

viernes, 8 de enero de 2010

A MI MANERA

Mi primer día se saldó sin victimas. Tan sólo unos cuantos gestos aprendidos a los que se les dió una reprimenda y ya está. Creo que si le cojo el gusto a no fumar, dejaré de fumar. No me haran falta ni chicles ni pastillas ni parches ni nada, sólo me tiene que gustar no fumar.
La primera vez que fuí al monte subí un 3.000. Me llené de ampollas, me dió un ataque de asma y estube 3 días con agujetas, pero me gustó y ya no dejé de hacerlo. La primera vez que me fuí a correr, me presenté a una semimaratón. Me quedé sin uñas en los pies, pero me gustó y ya no dejé de hacerlo. La primera vez que hice el amor, fue con 3 negracos a la vez. Unas cuantas fisuras vaginales, pero  me gustó y ya no dejé de hacerlo (era a ver si estabais atentos).
Tengo la curiosa costumbre de hacer todo a lo grande y normalmente, al revés. Esto tiene su filosofía, claro! la mía. Básicamente consiste en que, si a pesar de excederme con el tamaño de la obra y con el sentido de realización de la misma, consigo disfrutar de ella, pienso que hacerlo bien tiene que ser ¡¡¡la leche!!! y sólo de pensarlo ya tengo la certeza de que no voy a parar de hacerlo.
Así que, lo conseguiré, precisamente por eso.

jueves, 7 de enero de 2010

SOCORRO!!!!


No se cómo ni por qué, pero me ha dado así, sin más. Eran las 12:40 de la mañana y no había ocupado mi agenda en esa media hora.  Momento perfecto para mi cigarrito de media mañana sentadica en el sofá, sin música, sin tele, en silencio conmigo misma. Abro el paquete con la misma mano en la que llevo el mechero y saco mi cigarro, frunzo el ceño (que frase mas horrible) mientras sacudo el paquete abierto, de izquierda a derecha y rápidamente. Pesa poco y nada se mueve en su interior. Mis ojos se van abriendo a medida que comprueban que... ES EL ULTIMO!!!
Son las 12:45 y mi próximo paciente viene a las 13:00, y me ocupará unos 30 o 40 minutos. El estanco cierra a las 13:30, ¡no me da tiempo! También puedo terminar a la 13:25 y salir con el uniforme a toda prisa para llegar...¡no! mejor me voy ahora mismo... pero si me voy ahora mismo, no me puedo fumar el cigarro ¡Dios mio, no me da tiempo! el paciente puede adelantarse y pitar en la puerta y  yo no estar.

¡CRASHHHSSSS!..............................................................

He roto ese último cigarro. Pero la onomatopeya anterior no la ha hecho el cigarrillo al partirse, sino mi sentido del ridículo al chocar con mi sentido común.
El árbol de Navidad ya está recogido. Los adornos en una caja y los luces muy bien puestecitas para que no se enreden. El Belén limpio y guardado. La ropa planchada. Me he leído las intrucciones de la cámara de fotos de mi hijo, ¡enteras! He tirado el cenicero. Me he depilado las cejas y puesto una mascarilla en el pelo.

¡Esto de dejar de fumar...agota!

Ya son las 23:00 y estoy escribiendo esto. Luego me meteré a la cama y cuando me levante, sólo faltarán unas pocas horas para mi primer día sin fumar.

7 de Enero de 2010, ¿Me acordaré o no daré tiempo a que se me olvide?
¡Por favor, Hadas de la Voluntad, ayudadme a celebrar el 7 de Enero de 2011 y todos lo 7 de Eneros de mi vida!